Desde su fundación en 1913 hasta su cierre en 1999, en Atotxa jugaron las mejores hornadas de futbolistas guipuzcoanos, crearon escuela los Bienzobas, Mariscal y Kiriki, se sufrió en la larga etapa de Benito Díaz, y llegarán éxitos impensables con la generación que acompaña al imbatible Arconada y los eficaces Satrústegui y López Ufarte y cierra la irrupción del joven José Mari Bakero, que ganarán dos Ligas para la Real.