Argentina, que había ganado el Mundial del año anterior, quedó último en la zona que compartió con Brasil y Bolivia, venciendo solamente a la Verde como local con el primer gol en un certamen oficial de mayores de Diego Maradona, curiosamente con el número 6 en su espalda. La edición número 23 llegó por primera vez a Bolivia y con ello el único título en la historia de la Verde. Por su parte, ‘O’Rei’ sumó su tercer Mundial, el único de la historia que puede presumir de este hito. Maradona en una entrevista que publicó este lunes el diario deportivo Olé. Otra cuestión saliente es que no hubo una sede fija y cada grupo tuvo partidos de ida y vuelta, intercambiando la localía. Segundo éxito de Argentina, esta vez en su casa, con el estreno del Monumental como sede y un título indiscutible al ganar los cinco partidos que disputó, con 17 goles a favor y solo tres en contra, en el equipo que tenía a Pedernera, Labruna, Loustau, Tucho Méndez y más.
La inestabilidad de estos tiempos llevó a que en diciembre, ocho meses después de la edición en Argentina, se eligiera como sede a Ecuador, más precisamente en Guayaquil, aunque con carácter de extraordinario. El hecho sin precedentes de la edición disputada en suelo peruano fue la ausencia por primera vez de la Selección argentina, que nunca se había ausentado, por motivos económicos. Octubre del 2008 fue el momento en que regresó a la primera plana deportiva. Pero creo que ahí se equivocaron, porque deberíamos haber jugado en Parque Roca, en Buenos Aires. La nueva camiseta recuerda a la última que vistió uno de los más grandes ídolos del club, Juan Román Riquelme con el Xeneize. Homenaje a nuestra historia» ese fue el lema escogido por Boca para anunciar la que será su nueva camiseta la temporada 2019/20 del fútbol argentino. La Canarinha, que contó con un imparable Adriano (figura y goleador del certamen con siete tantos), se impuso en los penales y levantó su séptimo título. El título de los argentinos fue con puntaje ideal sobre cuatro encuentros. ‘O’Rei’ llegó sin la categoría de estrella global al Mundial de 1958 en Suecia y, pese a perderse los dos primeros partidos por lesión, destapó el tarro de la esencias en cuatro encuentros que sirvieron para que Brasil lograra su primer título mundial.