El Valencia se plantaba en cuartos de final ante la Lazio de Roma. El Valencia estaba clasificado para la final de la máxima competición a nivel europeo, que se disputaría en el Stade de France de Saint-Denis, París, y el rival sería el Real Madrid, protagonizando así la primera final entre equipos de un mismo país en la historia de las finales de la Liga de Campeones de la UEFA.