Si el Viejo Continente cuenta con la presencia de alrededor de 40 futbolistas japoneses y más de 10 surcoreanos, contados son los casos de futbolistas chinos que encuentran acomodo en Europa, y quienes dan el salto sirven en muchas ocasiones más a intereses de promoción y expansión en el mercado asiático de los clubes que a motivos estrictamente deportivos.